Hoy, te dejo.
Caen las estrellas, se levantan los sueños y yo te dejo.
Si pudiera, te comprimiría y llevaría en mis dedos.
Si entendieras, justificarías mi abandono y esperarías despierto.
Aquel día, cuando mi sol cubría tu hocico, cuando tus pecas pintaban el viento, sabíamos que mañana alguna vez llegaría.
Te veo dormir junto a mis pies y proyecto el infinito.
Sos tan imprescindible, tan bonito. Y sin embargo, hoy, yo te dejo.
La maldad no tiene reflexión.
El pasto no se digiere lento.
Mi pirata, mi obsesión.
Mi ayer, mi adentro.
Mi fidelidad, mi interior.
No te vayas, que hoy te dejo.
.A.
No hay comentarios:
Publicar un comentario