jueves, 20 de enero de 2011

Mancha saltada.



Cuando no importe mas la conciencia y el inconsciente gobierne la ira, ahí estaré.
Cuando se derritan las ilusiones y no alcancen las expectativas, ahí estaré.

Cuando el cielo sea agua y el mar se solidifique a tierra, ahí estaré.
Cuando el canto no exista y se desparramen mis venas, ahí estaré.

Cuando la mentira tape verdades. Cuando la agresión arranque virtudes.
Cuando la vida se esconda y el miedo repliegue. Cuando el talento sea silencio y el alma se altere.

Estoy en el lugar de nadie y en la boca de todos. En una ausencia encontrada ciclotímica e inestable. Que se quieran los que se quieran, que se amen los que se amen; que se diviertan los pecadores y se conquisten las madres. Que se toquen los intocables y discutan los tímidos, que se perviertan los santos y gocen los niños.

Nada destiñe mi mirada. Ni la levedad de su voz ni el peso sus palabras. Ni un canto de victoria ni las más sabrosas galletitas. No me corrompo, pues yo soy la corrupción. Dueña de todos, jueza de nadie.

Unos por acá, otros por allá, esparcidos o sentados juegan a jugar la más grande mancha saltada.

.A.


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