Una mandarina en un rio. Una cuna en una bañadera. Una amiga en un colectivo. Una lágrima de madera.
Apocalipsis y agua. Agua y destierro. Destierro y llanto. Llanto y recuerdos.
Ellos se van a un lugar que no está cerca ni lejos. Se llevan de amontones flores, suvenires y ancestros. No lo saben todavía, me lo dijo un sueño: Se van a hundir, con ellos la tierra y yo no te tengo.
Y cuando llegue…
¡Ai! Cuando llegue…
voy a querer besarte como nunca antes lo haya hecho.
A mi madre, un beso.
A mi padre, un te quiero.
A mi hermano, un abrazo.
.A.